
Confirmación
Los profetas del Antiguo Testamento habÃan predicho que el EspÃritu de Dios reposarÃa sobre el MesÃas para sostener su misión. Su profecÃa se cumplió cuando Jesús, el MesÃas, fue concebido por el EspÃritu y nació de la Virgen MarÃa. El EspÃritu Santo descendió sobre Jesús con ocasión de su bautismo por Juan. Toda la misión de Jesús se desarrolló en comunión con el EspÃritu. Antes de morir, Jesús prometió que el EspÃritu serÃa dado a los Apóstoles y a toda la Iglesia. Después de su muerte, fue resucitado por el Padre en el poder del EspÃritu.
La Confirmación profundiza nuestra vida bautismal que nos llama a ser testigos misioneros de Jesucristo en nuestras familias, vecindarios, sociedad y el mundo. . . Recibimos el mensaje de la fe de una manera más profunda e intensiva con gran énfasis en la persona de Jesucristo, quien pidió al Padre dar el EspÃritu Santo a la Iglesia para edificar la comunidad en el servicio amoroso.



